SINOPSIS
Chernóbil, 26 de abril de 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate.
Hay un incendio en la central. Vendré pronto». Esto fue lo último que
Vasili Ignatenko, un joven bombero, dijo a su esposa Liudmila antes de
acudir al lugar de la explosión. Nunca regresó. Y en cierto modo, ella
no volvió a verle, pues en el hospital su marido dejó de ser su marido.
Todavía hoy ella se pregunta si su historia trata sobre el amor o la
muerte.
En Voces de Chernóbil, Alexiévich recoge muchas historias con esa doble
naturaleza, ya que el libro está planteado como si fuera una tragedia
griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, cuyas
voces fueron silenciadas durante muchos años por una polis representada
aquí por la antigua URSS. Pero, a diferencia de una tragedia griega,
aquí no hubo posibilidad de catarsis.
COMENTARIOS
El día de hoy les vengo a recomendar este libro que es bastante crudo
sobre el accidente de Chernóbil ocurrido en la actual Ucrania
durante la guerra fría, el 26 de abril de 1986. Para los que de pronto
no sepan sobre esto les cuento un poquito de qué se trató este desastre
tecnológico que todavía nos afecta y nos afectará a todos. Chernóbil era
una ciudad localizada al norte Ucrania donde se encontraba la planta
nuclear Vladimir Ilich Lenin. Una noche, una revisión mal elaborada del
reactor, provoca su explosión liberando una cantidad inimaginable de
material radioactivo a la atmósfera lo que provocó el desastre ambiental
más grande de la historia. Dado que en esa época Ucrania era parte de la
Unión Soviética, el gobierno decidió ocultar ese hecho por mucho tiempo
y fue la población civil la que más sufrió y sufre de las consecuencias
de la radiación, no sólo por el hecho de perder su hogar, sino también
su salud, la vida de sus seres queridos y el estigma de ser un
"contagiado" por siempre. Durante mucho tiempo el sufrimiento de las
personas que vivían en las ciudades y pueblos más cercanas a Chernóbil
fueron silenciadas por la unión soviética, y años después de lo
ocurrido, cuando ya el riesgo de la nube radioactiva "pasó", esta
escritora, ganadora del Premio Nobel en el 2015,
se atreve a publicar los testimonios de los sobrevivientes y
damnificados que recogió durante 20 años para develar lo que realmente
pasó
y darnos otra perspectiva de lo ocurrido antes, después y durante la
explosión del reactor.
"Un suicidio colectivo. Los liquidadores trabajaban a menudo sin
los uniformes especiales de protección, se dirigían sin protestar
allí donde los "morían" los robots, se les ocultaba la verdad sobre
las altas dosis recibidas, y ellos se resignaban a ello, y luego se
alegraban incluso al recibir los diplomas y las medallas
gubernamentales que les entregaban poco antes de su muerte. Y muchos
ni siquiera llegaron a tiempo de entregárselos".
Este libro me pareció bastante intrépido y crudo. Está dividido en
pequeñas historias perfectamente relatadas por los sobrevivientes y
es muy fácil de leerlo
si eres de esas personas que no tienen mucho tiempo para leerte un
libro de capítulos más largos. Son historias relatadas por ancianos,
niños, periodistas, políticos, científicos, soldados, víctimas... cada
uno con su propia visión de lo ocurrido y con múltiples experiencias
unas más crudas que otras pero que, al final, convergen en un mismo
punto: el arraigo del ser humano a su tierra, la naturaleza del ser
humano, el amor, la inoperancia política, la violencia y la lucha contra
un enemigo invisible pero letal. Sobre todo el primer capítulo del
libro, que es el testimonio de la esposa de un bombero, te deja con la
mente en blanco y un poco conmocionada por los efectos de la radiación y
todo lo que tuvieron que vivir el equipo de bomberos, que fueron los
primeros en llegar tras la explosión, porque según ellos iban a apagar
un incendio "normal".
"Es posible construir una casa mejor, más confortable, pero es
imposible reconstruir en un nuevo lugar este enorme mundo al que
estaba unidos ¡Con el cordón umbilical! Ha sido un golpe colosal
contra la psique humana. Una ruptura con las tradiciones, con la
cultura secular"
"En casa nos dejamos... dejamos encerrado a mi hámster. Era todo
blanco. Le dejamos comida para dos días. Y nos marchamos para
siempre".
Para terminar, quiero hablar un poquito de la autora, la periodista
Svetlana Alexiévich. Ella nació en Minsk una ciudad de la actual
Bielorrusia y actualmente tiene 72 años. Sus libros comenzaron a
traducirse desde que
ganó el Premio Nobel de Literatura en el 2015
por su obra "Por sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y
al coraje en nuestro tiempo". Ella ha escrito muchas novelas históricas
relatando acontecimientos que han afectado de un modo u otro a Rusia o
lo que era antes la Unión Soviética como
"La guerra no tiene rostro de mujer", "los muchachos del zinc" o "el
fin del homo sovieticus". Y dado que son historias que el gobierno ha querido mantener en
silencio, esta escritora ha sido muy perseguida por el gobierno
bielorruso. Sin embargo, ella aun mantiene firme el objetivo de ser la
voz de muchos civiles que han temido contar sus experiencias y que sus
sentimientos perduren en el tiempo. Es por esto que también los invito a
pasarse por otras de sus obras que también son igual de emocionantes y
conmovedoras a esta.
septiembre 13, 2020
4
comentarios